Durante muchos años, los deportistas y entrenadores de resistencia han tenido poco interés sobre el entrenamiento de fuerza. La razón con la cual justificaban estas medidas era que consideraban que aumentaban el volumen muscular y la sensación de pesadez. Con el paso de los años se ha demostrado los beneficios que puede aportar sobre el deportista este tipo de trabajo.
Para cualquier deporte de resistencia (esquiar, correr, pedalear, nadar, etc), el objetivo principal en cada gesto es generar una fuerza aplicable en el menor tiempo posible. Es decir, para realizar una zancada, brazada, etc, los deportistas disponen de un breve periodo de tiempo para aplicar fuerza.
Cuando hablo de entrenamiento de fuerza no solo me referiro a levantar pesas, sino que también a ejercicios de pliometría.
A continuación veremos algunas de las ventajas que tienen estos trabajos sobre los deportistas:
Mejora de la eficiencia y economía del movimiento
Debida principalmente al aumento de la coordinación muscular y los patrones de reclutamiento motor.
Aumento de fuerza muscular y coordinación
Estos factores reducen la intensidad relativa sobre un movimiento determinado. Esto quiere decir que, ante una misma carga, el esfuerzo que percibirá el deportista será menor.
Gracias a ello, podrá ahorrar energía y por lo tanto será más resistente.
Mejora de la técnica de forma directa o indirecta
En muchas ocasiones, el deportista no es capaz de mantener una posición o aplicar determinada cantidad de fuerza ante un gesto técnico. Gracias a estos progresos el atleta podrá aplicar más fuerza en menor tiempo.
Disminución de la probabilidad de lesiones
Esto ayuda a que pueda entrenar de forma continua.
Hasta la fecha, no se han mostrado evidencias claras donde aparezca que el entrenamiento de fuerza influya de forma negativa sobre el VO2max o sobre la zona de transición entre el umbral aeróbico y anaeróbico. Este punto es importante tenerlo en cuenta, porque en muchas ocasiones se suele temer que influya de forma negativa en estos aspectos.
Conclusión
El entrenamiento de fuerza puede ser un componente interesante a la hora de plantear entrenamientos para deportes de resistencia, son numerosos los estudios que han demostrado los beneficios que ocasiona sobre estos atletas.
Aunque el entrenamiento de fuerza presente una serie de ventajas, como se ha visto durante todo el artículo, los deportes de resistencia necesitan de ciertos volúmenes e intensidades para la mejora del rendimiento.
Con ello nos referimos a que, si solo aplicamos trabajo de fuerza, olvidándonos de la resistencia, el deportista perderá capacidades.
Esto ocurre también en el sentido inverso, en muchas ocasiones se realizan solo entrenamientos de resistencia, sin darle importancia a la fuerza, perdiendo importantes posibilidades de mejora del atleta.
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