Todos aquellos atletas de resistencia que acostumbren a entrenar con pulsómetro habrán podido observar cómo las pulsaciones suben en un inicio más rápidamente y a partir de los 15 minutos de entrenamiento aproximadamente su frecuencia cardíaca (FC) aumenta de forma progresiva a medida que van transcurriendo los kilómetros, aunque ellos mantengan la misma velocidad o potencia en todo momento.
Cuando pasamos la hora de duración de trabajo, este fenómeno es mucho más evidente.
La frecuencia cardíaca aumenta aún manteniendo la misma intensidad en el entrenamiento
La respuesta a este fenómeno se denomina Drift cardíaco o deriva cardíaca.
Aparece cuando las sesiones de entrenamiento o competiciones son de larga duración, afectando en mayor medida a deportistas menos entrenados.
Para entender bien qué es el Drift Cardíaco debemos incluir al menos los dos siguientes conceptos:
- Volumen sistólico (V.S.), es el volumen de sangre bombeado por el corazón en cada latido. Aumenta con la intensidad hasta cierto punto, ya que se encuentra limitado principalmente por la estructura del corazón.
- Gasto cardíaco (Q), es el volumen de sangre por minuto bombeado por el corazón. Es dependiente de la frecuencia cardíaca y volumen sistólico (Q = VS x FC). Por lo tanto, a medida que varíe cualquiera de estas dos, el Q se verá modificado de forma directa.
Por qué aparece el Drift cardíaco
Cuando realizamos cualquier actividad física, tanto el volumen sistólico como la frecuencia cardíaca aumentan hasta ajustarse a las necesidades del organismo para mantener las intensidades requeridas y como consecuencia el gasto cardíaco también es mayor.
El volumen sistólico deja de aumentar cuando llegamos a intensidades entre el 40% y 60% de la capacidad aeróbica máxima. A partir de este momento, es la frecuencia cardíaca la que aumenta el gasto cardíaco del deportista.
Este incremento de la frecuencia cardíaca genera una disminución de tiempo para que se llene el corazón, y este a su vez tiene que mantener el gasto cardíaco. Es un sistema que se retroalimenta, es decir, se reduce el tiempo para el llenado del corazón y como consecuencia disminuye el volumen sistólico. Pero por otro lado, es necesario mantener el gasto cardiaco si queremos que la intensidad del trabajo no disminuya, provocando con ello un aumento de la frecuencia cardíaca.
La deshidratación y sudoración tienen un papel importante en el descenso del volumen plasmático, ocasionando una menor disponibilidad para mantener un volumen sistólico adecuado.
Otro aspecto que influye en la deriva cardíaca es realizar entrenamientos o competiciones en zonas con climas extremos. Los lugares con mucho calor provocan que la temperatura corporal aumente de forma significativa, ocasionando que se active el sistema nervioso simpático para aumentar el gasto cardíaco a través de la frecuencia cardíaca con el objetivo de termorregular el cuerpo.
Cómo podemos influir sobre la deriva cardíaca
- La hidratación, siempre tiene un papel importante en el rendimiento deportivo y en este caso con mayor razón, ya que para el mantenimiento del volumen sistólico y a su vez la termorregulación es necesario ingerir liquido de forma constante.
- Aclimatación, adaptarse al lugar donde tendrá lugar la competición es una buena estrategia para disminuir el drift cardíaco. Cuando se compite en zonas donde la humedad y el calor son muy elevados interesa poder adaptarse previamente a esas condiciones. La tasa de sudoración se ve modificada cuando hay cambios muy bruscos y por tanto el cuerpo necesita de esa aclimatación.
- Entrenamiento planificado, los pulsómetros son una herramienta importante para el control del entrenamiento, pero como hemos visto durante el articulo hay muchos aspectos que influyen sobre la frecuencia cardíaca. Nos puede ayudar para ver adaptaciones aeróbicas con el entrenamiento, pero no debemos basarnos solo en ello.
- La fatiga, la cafeína, la altitud… también son aspectos que tienen incidencia sobre la frecuencia cardíaca.
Conclusión
Todos aquellos deportistas y entrenadores que se dedican a deportes de resistencia deben utilizar la frecuencia cardíaca como parámetro de control del entrenamiento, pero teniendo en cuenta la variabilidad y factores que influyen sobre ella.
Es muy interesante introducir también otras variables y combinarlas para un mejor análisis de la programación de las tareas.